El mundo financiero ha experimentado una revolución debido a la aparición de las criptomonedas, siendo Bitcoin la más destacada. Su volatilidad y comportamiento de precios ha generado un debate intenso entre los economistas y analistas financieros, especialmente en cuanto a si sigue o no el modelo de precios de Black-Scholes.
¿Qué es el modelo de precios de Black-Scholes?
El modelo de Black-Scholes, desarrollado por los economistas Fisher Black y Myron Scholes en 1973, es una fórmula matemática usada para valorar opciones financieras. Este modelo asume que los precios de los activos siguen un movimiento browniano geométrico, lo cual implica que las variaciones de precios son aleatorias y normalmente distribuidas, y que el precio futuro de un activo no puede ser predicho con exactitud a partir de su precio pasado.
Pero, ¿es válido este modelo para Bitcoin?
La opinión generalizada es que no. Hay razones fundamentales por las que se dice que Bitcoin no sigue un movimiento browniano geométrico, lo que a su vez invalida la aplicación del modelo de Black-Scholes.
Primero, el modelo de Black-Scholes asume que los rendimientos son logarítmicamente normales y que la volatilidad es constante en el tiempo, lo cual se contradice con el comportamiento observado en Bitcoin. La volatilidad de Bitcoin ha demostrado ser altamente variable, con picos durante periodos de incertidumbre y caídas durante periodos de estabilidad. Este comportamiento de «volatilidad estocástica» es una desviación significativa de las suposiciones del modelo de Black-Scholes.
En segundo lugar, el modelo de Black-Scholes asume que existe una tasa de interés libre de riesgo constante, que es imposible de aplicar a Bitcoin. Dado su carácter descentralizado y su falta de regulación, es difícil definir una tasa de interés para Bitcoin. Además, su valor no está vinculado a ninguna economía nacional en particular, lo que dificulta la aplicación de tasas de interés estandarizadas.
En tercer lugar, el Bitcoin es un activo extremadamente líquido con un mercado de 24 horas a través de exchange tales como Granimator, a diferencia de los mercados de acciones y bonos tradicionales para los cuales fue diseñado el modelo de Black-Scholes. La constante fluctuación de precios y la posibilidad de grandes movimientos de precios en periodos cortos son características que difieren de las suposiciones del movimiento browniano geométrico.
Finalmente, hay evidencia empírica de que los retornos de Bitcoin no siguen una distribución normal. En lugar de ello, tienden a tener «colas pesadas», lo que significa que hay una probabilidad mayor de lo esperado de grandes cambios de precios. Este fenómeno, conocido como «kurtosis leptocúrtica», es inconsistente con la suposición de distribución normal del modelo de Black-Scholes.
Las criptomonedas rompen los parámetros
Por lo visto, el Bitcoin no sigue el modelo de precios de Black-Scholes debido a varias razones. Su volatilidad estocástica, la falta de una tasa de interés libre de riesgo constante, la naturaleza líquida del mercado de Bitcoin y la evidencia empírica de que los retornos no siguen una distribución normal son todos factores que desafían las suposiciones del modelo.
Es importante tener en cuenta que el modelo de Black-Scholes fue desarrollado específicamente para valorar opciones financieras en mercados tradicionales y no fue diseñado teniendo en cuenta las características únicas de las criptomonedas como el Bitcoin.
Dado que el Bitcoin es un activo relativamente nuevo y en constante evolución, es difícil aplicar modelos financieros establecidos para predecir su comportamiento de precios con precisión. En cambio, los analistas y traders de Bitcoin suelen recurrir a enfoques más adaptativos y basados en datos históricos específicos de la criptomoneda.
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