objetivo de inflación

La Fed y el BCE rechazan elevar el objetivo de inflación

La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) y el Banco Central Europeo (BCE) han descartado elevar su objetivo de inflación en medio de la actual crisis económica causada por la era post pandemia de coronavirus. Ambas instituciones han decidido mantener sus políticas monetarias, argumentando que el aumento de la inflación ayudaría a impulsar la economía, pero también podría generar riesgos indeseados.

El objetivo de inflación

El objetivo de inflación es una parte fundamental de la política monetaria de cualquier banco central. Consiste en establecer una tasa de inflación anual que se considera saludable para una economía en particular. Tradicionalmente, la Fed y el BCE han fijado su objetivo en torno al 2%. Sin embargo, en los últimos años, algunos economistas han propuesto elevar esta meta en un intento de estimular la economía y evitar la deflación.

En el caso de la Fed, su presidente, Jerome Powell, ha afirmado en varias ocasiones que no tiene intención de aumentar el objetivo de inflación. Powell ha argumentado que un aumento de la inflación podría desencadenar una espiral inflacionaria y dañar la estabilidad económica. Además, considera que la tasa de inflación actual es lo suficientemente baja como para mantener las políticas actuales.

Por su parte, la presidente del BCE, Christine Lagarde, también se ha mostrado en contra de elevar el objetivo de inflación. Lagarde ha destacado que la estabilidad de precios es fundamental para el BCE y que no se debe comprometer por el aumento de la inflación. Además, considera que la política monetaria actual del BCE ya es suficientemente expansiva, por lo que no ve necesidad de modificar el objetivo de inflación.

Decisiones controvertidas entre los economistas

Ambas decisiones han generado cierta controversia entre los economistas. Algunos argumentan que elevar el objetivo de inflación podría ser beneficioso, ya que estimularía el gasto y la inversión. Además, ayudaría a reducir la carga de la deuda, ya que los precios subirían más rápidamente que los intereses.

Sin embargo, otros economistas consideran que elevar el objetivo de inflación podría tener consecuencias negativas. Por ejemplo, podría erosionar el poder adquisitivo de los consumidores, ya que los precios subirían más rápidamente que los salarios. Además, podría generar expectativas de inflación descontrolada, lo que llevaría a una subida de los tipos de interés y mayor volatilidad en los mercados financieros.

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