La innovación en el sector de la construcción avanza a pasos agigantados, y uno de los cambios más notables en los últimos años ha sido la aparición del método sin andamios. Este sistema, que elimina la necesidad de montar estructuras tradicionales para acceder a zonas elevadas, ha supuesto una revolución tanto en la ejecución de obras como en el mantenimiento de edificios. Gracias a esta técnica, se optimiza el tiempo de trabajo, se reduce el impacto visual y se mejora la seguridad.
¿En qué consiste el método sin andamios en construcción?
El método sin andamios, que realizan empresas como Acrobatica® Iberica, hace referencia al uso de sistemas alternativos al andamiaje convencional para realizar trabajos en altura. Entre estos sistemas destacan las plataformas elevadoras móviles, los brazos articulados, las grúas con cestas y, sobre todo, los trabajos verticales realizados mediante técnicas de acceso y posicionamiento con cuerdas.
Este tipo de intervención es especialmente útil en fachadas, cubiertas, estructuras metálicas y elementos arquitectónicos de difícil acceso. Además, los operarios, formados en técnicas de escalada industrial, trabajan sujetos por arneses y líneas de vida, lo que les permite moverse con libertad y precisión sin necesidad de montar un andamio.
Aunque en un principio se utilizaba principalmente en tareas de mantenimiento y rehabilitación, cada vez se aplica más en obra nueva, sobre todo en edificios de gran altura o con diseños arquitectónicos complejos.
¿Qué ventajas tiene el método sin andamios?
El uso de este método en la construcción moderna no es solo una tendencia, sino una respuesta a las necesidades actuales de agilidad, eficiencia y seguridad en las obras. Estas son sus principales ventajas:
- Mayor rapidez de ejecución: al evitar la instalación y desmontaje de andamios, se reduce notablemente el tiempo de preparación de la obra. Esto permite que los trabajos empiecen antes y finalicen en menos días, lo cual beneficia tanto al constructor como al cliente final.
- Menor impacto en el entorno: en obras en zonas urbanas o edificios habitados, los andamios pueden generar molestias visuales, limitar la entrada de luz natural o dificultar el acceso a viviendas y comercios. Con el método sin andamios, estos inconvenientes desaparecen casi por completo.
- Reducción de costes: al no tener que alquilar, montar ni mantener estructuras fijas, los costes asociados a la logística y al equipo se reducen. Además, la mayor rapidez de ejecución también se traduce en ahorro económico.
- Mayor flexibilidad en zonas de difícil acceso: este método permite trabajar en lugares donde un andamio sería inviable o muy complejo de instalar, como patios interiores, cubiertas inclinadas, fachadas curvas o estructuras con geometría irregular.
- Mejoras en seguridad y control de riesgos: aunque pueda parecer lo contrario, los trabajos verticales con cuerdas están altamente regulados y los operarios reciben formación específica en seguridad. Además, al no tener estructuras externas que puedan ceder o desplomarse, se minimizan ciertos riesgos asociados al uso tradicional de andamios.
En definitiva, el método sin andamios no solo representa una alternativa técnica, sino una evolución hacia una construcción más eficiente, segura y adaptada a las necesidades actuales del sector.
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