Tanto en niños como en adultos la obesidad sigue en constante aumento en México. Según la Federación Mundial de Obesos, en los próximos 10 años cerca de un 40% de los adultos sufrirán de obesidad, lo que representa un 10% más que en estos momentos. Sin embargo, lo que más preocupa que esta condición también se presentara en niños y adolescentes.
Este grupo etario sufrirá estas consecuencias en la próxima década; ya que aumentara de un 25% a un 40% el incremento en la obesidad, esto lo declara Nayeli Garibay, quien trabaja en la Clínica de obesidad infantil de nuestro país.
Esperando el día mundial de la obesidad, que se celebra el 4 de marzo, la doctora destacó que solamente un 26% de población cuenta con peso ideal y un importante 74% padece de sobrepeso, según lo indica una encuesta nacional. Esto es importante mencionarlo porque a medida que aumenta nuestro peso y sufrimos de obesidad, aumenta los riesgos de adquirir cáncer y de sufrir muertes prematuras; de hecho aumenta en unas 6 veces la probabilidad.
¿Qué implicaciones tiene esto?
Entre las muchas enfermedades que existen y afectan a la población mundial, entre estas la más reciente como el covid-19, podemos decir que la obesidad tanto en adultos como niños se trata de un grave problema global de salud pública, así lo reconoce la OMS (Organización Mundial de la Salud). Pero esta gravedad solo es reconocida por un 40% de los médicos y puede traer como consecuencia que siga la desinformación a este respecto.
La doctora Garibay, mencionada antes, resalta que la obesidad en los niños y adolescentes se produce desde la gestación del mismo. Esto quiere decir que si una mujer embarazada sufre de obesidad es muy probable que su hijo presente esta condición desde la infancia y se extienda hasta la edad adulta; trayendo como consecuencia el sufrimiento de hipertensión arterial o la diabetes.
Las posibles soluciones a la obesidad de niños y adolescentes
La solución para estos casos va más allá de indicar a los niños que dejen de comer o seleccionar que alimentos pueden ingerir. Es preciso tener un tratamiento integral (madre e hijo) y que sea interdisciplinario. También incluye la aplicación de la lactancia materna de forma exclusiva por lo menos en los primeros 6 meses de vida del hijo y además de ser posible seguir con la lactancia alternada durante los primeros mil días.
Tener esta práctica seguro nos va a garantizar la mejor manera de comenzar la vida, ya que nutre y protege al niño y por ende a la madre. También permite que se extienda el plazo de consumo de alimentos o bebidas azucaradas que son tan dañinas para la salud y la obesidad.
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