En los últimos años, los incendios forestales en Canadá se han convertido en un problema cada vez más frecuente y grave, y no solo para los canadienses. La emisión de humo y partículas finas provenientes de estos incendios puede extenderse a cientos o incluso miles de kilómetros, afectando la calidad del aire en ciudades de Estados Unidos, como Nueva York, y otros lugares.
Incendios forestales en Canadá alcanzan niveles récord
En las últimas semanas, los incendios forestales en Canadá han alcanzado niveles récord, especialmente en Quebec. Según informes, los incendios han quemado más de 1,2 millones de hectáreas de bosques y tierras forestales en lo que va del año, y han generado una cantidad sin precedentes de humo.
El humo de los incendios contiene una mezcla de gases y partículas, incluyendo monóxido de carbono, dióxido de carbono, óxidos de nitrógeno, compuestos orgánicos volátiles y material particulado. Este último es especialmente preocupante, ya que las partículas finas pueden penetrar en los pulmones y causar problemas respiratorios y cardiovasculares.
El humo puede viajar a través del aire durante cientos o incluso miles de kilómetros, dependiendo de la dirección del viento y de otros factores ambientales. Esto significa que ciudades como Nueva York, que se encuentra a más de 2,500 kilómetros de distancia de los incendios en Canadá, pueden verse afectadas por la baja calidad del aire.
Nueva York reacciona al humo de los incendios
En los últimos días, las autoridades de Nueva York han emitido alertas por la mala calidad del aire debido al humo de los incendios en Canadá. Según informes, los niveles de partículas finas en el aire han superado los límites recomendados por la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos.
La exposición a niveles altos de partículas finas puede aumentar el riesgo de problemas de salud, especialmente en personas con enfermedades respiratorias preexistentes, como el asma, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y la fibrosis pulmonar. También puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares y cáncer de pulmón.
Además de Nueva York, otras ciudades en Estados Unidos y Canadá también han experimentado una baja calidad del aire debido al humo de los incendios forestales. En algunos casos, se han emitido alertas de salud pública y se han recomendado precauciones, como evitar actividades al aire libre y cerrar las ventanas y puertas para evitar que el humo entre en los hogares.
Los incendios forestales en Canadá son un recordatorio de la importancia de abordar el cambio climático y proteger los ecosistemas naturales. El aumento de la temperatura global y la disminución de las precipitaciones están haciendo que los incendios forestales sean más frecuentes y graves en muchas partes del mundo, incluyendo América del Norte.