Una de las experiencias por las que ningún conductor desea pasar es visitar al taller. Sin embargo, es algo que debe efectuarse de forma frecuente y regular. Con la ayuda de las mejores reparaciones de vehículos, se corre un riesgo menor de sufrir averías más costosas. A su vez, muchos mecánicos de renombre, como el taller BMW oficial pueden ayudarte a detectar posibles averías futuras.
¿Cuáles son las reparaciones de vehículos más frecuentes?
En la actualidad, muchos ciudadanos han empezado a tomarse en serio el mantenimiento de sus autos. Más que solamente tareas preventivas, hay ciertas piezas que se deben cambiar antes de que sea demasiado tarde. De esta manera, entre las reparaciones de vehículos que se observan con mayor frecuencia, destacan las siguientes:
1. El cambio del kit de embrague
Como regla general, el kit de embrague tiende a desgastarse y patinar después de pasar algún tiempo en funcionamiento. Si se presenta este problema, la potencia del motor no es enviada correctamente a la caja de cambios. Para saber si debes cambiar este elemento, puedes buscar ciertos síntomas; por ejemplo, si el auto se revoluciona si ajustas la marcha atrás, o si pierde fuerza al subir las rampas. En cualquier caso, este problema puede variar dependiendo del modelo.
2. Cambiar el kit de distribución
Podría decirse que todo el mundo, o la mayor parte de él ha escuchado acerca de las roturas de cadena y los problemas que esto causa. Sin embargo, este no es el único factor que ayuda a poner en marcha la energía del vehículo. Se trata de todo el kit de distribución, lo cual incluye poleas, tensores, bombas de agua y más. Solo basta con un pequeño fallo en cualquiera de ellos para que los demás se vean afectados.
3. Las pastillas del freno
Es esencial que un vehículo frene correctamente, y en ello influirá el hecho de que las pastillas se encuentren en buen estado y con capacidad de fricción. Esta es una de las reparaciones de vehículos más frecuentes, y en cada una de las revisiones, se comprobará si se necesita de un cambio. De esta forma, puedes conducir con completa seguridad, y lo mejor de todo, es que no es un arreglo demasiado costoso.
4. Cambiar el volante de motor
También llamado volante de inercia, la característica principal de esta rueda tan pesada es que se asegura de regular el giro cigüeñal. El volante de motor se encuentra unido al embrague para transferir el movimiento del motor hasta la caja de cambios, y de este punto hacia las ruedas. Si empieza a fallar, habrá una serie de ruidos con el motor en el momento del ralentí o cuando se apaga. En estos casos, acude inmediatamente al mecánico, pues se trata de una pieza bastante costosa.
5. La correa de distribución
Finalmente, la correa de distribución se encarga de que haya una sincronización en todo el funcionamiento del motor. Si esta llegara a romperse, es muy probable que se generen las fallas más graves que puede tener un vehículo; esto, debido a que el motor sigue en funcionamiento, pero a largo plazo, el coche queda inservible. Generalmente, es aconsejable que se sustituya la correa al menos cada 5 años, o entre los 80.000 y los 120.000 km.
Con lo que hemos analizado, no hay duda de que llevar a cabo las reparaciones de vehículos que se necesiten puede llegar a ser sumamente útil. Al aplicar todas estas sugerencias, no solo puedes salvar la integridad de tu automóvil, sino que también te aseguras de proteger tu seguridad y la de quienes están contigo en el coche.
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