Un estudio realizado confirmó que a medida que las personas envejecen es normal que las energías mermen, la salud física se deteriore y la salud cognitiva disminuya. Sin embargo, el concentrarse en los puntos negativos de la vejez tiene un impacto negativo en la salud y en la capacidad para responder al estrés.
Gracias a encuestas realizadas a personas mayores en un lapso de 100 días los investigadores descubrieron que quienes manifiestan una actitud positiva al envejecimiento y sus implicaciones estaban más apartadas de los efectos físicos resultantes del estrés en contraste con aquellas que eran más negativas con esa etapa de la vida.
El estudio realizado contó con la participación de 105 personas con edades entre los 52 y 87 años, a través de preguntas diarias en línea se les pedía dar su opinión en afirmaciones como “hoy siento que las dificultades son tantas que no puedo superarlas” o “entre más viejo menos útil”.
¿Es un estudio nuevo?
Anteriormente se realizaron investigaciones dónde se relaciona el estrés con la salud física. Y una vez más este estudio realizado en el 2010 prueba que entre mayor percepción de estrés tenga la persona junto con una actitud negativa hacia el envejecimiento resulta en una mala salud física. Y lo contrario también es cierto, una actitud positiva sobre el envejecimiento se relaciona con menos síntomas dañinos de la salud.
Los investigadores señalan que el pensar de manera negativa, así como mantener conversaciones que aumentan o exageran estereotipos del envejecimiento tienen un impacto físico en la vida de las personas. Claro, no significa que se debe salir de la realidad e imaginar que vivimos en un cuento de hadas dónde no existen los problemas propios de la edad adulta como los problemas de salud, menos agilidad, entre otros. Pero, si se trabaja en ser más positivos en esta etapa tendrá beneficios en la salud.
Ayudas para ser positivos
Algunos consejos a fin de afrontar mejor esta etapa son los siguientes:
- Rodearnos de personas que nos contagien de energía positiva positiva.
- Realizar algún pasatiempo que nos guste y fortalezca.
- Es bueno crearse una imagen positiva de uno mismo.
- Hacer ejercicio físico frecuentemente.
- Cultivar la resiliencia.
- Tener una percepción positiva de la vejez.
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