Jennifer Capriati es una ex jugadora de tenis profesional estadounidense que tuvo una carrera exitosa en el deporte, pero también enfrentó dificultades personales y legales. Capriati comenzó a jugar al tenis a una edad temprana y se convirtió en profesional a los 13 años en 1990. A lo largo de su carrera, ganó tres títulos de Grand Slam: el Abierto de Australia en 2001 y 2002, y el Abierto de Francia en 2001. También ganó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992 en la modalidad de dobles.
Los altibajos de Capriati
Sin embargo, a pesar de su éxito en el tenis, Capriati también enfrentó problemas personales y legales. En 1993, fue arrestada por posesión de marihuana en Florida y se declaró culpable. En 1994, fue acusada de hurto en una tienda de ropa en Florida, pero los cargos fueron retirados después de que se declaró culpable de un delito menor de acoso.
Capriati también tuvo problemas con lesiones y su carrera se vio interrumpida en varias ocasiones. En 1993, se retiró temporalmente del tenis debido a lesiones y problemas de motivación. Regresó en 1996, pero volvió a retirarse en 1998 debido a una lesión en el hombro.
El gran regreso de una gran deportista
En 2000, Capriati regresó al tenis y tuvo un gran éxito. Ganó su primer título de Grand Slam en el Abierto de Australia en 2001, y luego ganó el Abierto de Francia más tarde ese año. En 2002, defendió su título en el Abierto de Australia y alcanzó el número uno del ranking mundial de la WTA.
En 2010, Capriati nuevamente enfrentó problemas legales cuando fue acusada de delitos menores de agresión y resistencia al arresto en Florida. Según los informes, Capriati golpeó a su exnovio en un gimnasio, aunque ella negó las acusaciones.
Desde entonces, Capriati ha mantenido un perfil bajo en el mundo del tenis y ha estado alejada de la atención pública. A pesar de sus problemas personales y legales, Jennifer sigue siendo recordada como una de las jugadoras de tenis más talentosas y exitosas de su generación. A lo largo de su carrera, ganó tres títulos de Grand Slam: el Abierto de Australia en 2001 y 2002, y el Abierto de Francia en 2001 por lo que huella es indiscutible.