El distrito escolar de la ciudad de Cullman en Alabama (Estados Unidos) ha puesto en práctica un plan piloto que consiste en un salón antibalas para proteger a los niños, adolescentes y demás trabajadores escolares de los tiroteos en los colegios. Desarrollado por la empresa KT Security Solutions se cree que pueda ser la medida que ayude a prevenir el derramamiento de sangre en las escuelas estadounidenses.
“Sistema de cuarto seguro de despliegue rápido”
“Sistema de cuarto seguro de despliegue rápido” es el nombre del dispositivo que ya puede verse en un video promocional y no necesita de mucho esfuerzo para desplegarse en alguna habitación. Lo que es más, hasta un niño muy pequeño podría desplegarlo en apenas 10 segundos.
Según el fabricante puede resistir disparos de armas largas de calibre .308 y cuesta alrededor de $60,000 cada uno. Además de prevenir contra tiroteos también puede utilizarse para protegerse de tormentas o como espacio de reuniones para grupos pequeños.
El fundador y CEO de la compañía Kevin Thomas confesó que la idea de construir el salón antibalas le surgió luego de la desgracia de Uvalde, Texas donde 19 niños y dos profesores fueron asesinados por un joven de 18 años en mayo de 2022 cuando abrió fuego con un rifle de asalto. Thomas menciona que su esposa lo llamó llorando ante esa situación y le pidió que hicieran algo para proteger a los niños.
“En vez de crear el cuarto seguro deberían modificar las leyes que regulan las armas” sostienen críticos
Sin embargo, a pesar de que una gran cantidad de padres ha celebrado este plan piloto en Alabama también hay otros que han criticado que se gaste $60,000 del bolsillo de los contribuyentes para cada salón antibalas. Creen que más bien se deben modificar las leyes que regulan las armas y así solucionar un problema muy arraigado en la sociedad norteamericana.
Ante esto el CEO ha explicado que no está en su poder modificar las leyes ya que él simplemente es un contratista. Confiesa que, aunque es cierto que el salón antibalas no va a detener los problemas que causan este tipo de masacres y tiroteos en las escuelas, de cierta forma brinda protección hasta que la sociedad descubra cómo solucionar un problema arraigo en el país.
“No controlo las enfermedades mentales, tampoco las políticas ni el control de armas, pero lo que sí podemos es controlar la capacidad de hacer cosas innovadoras que permitan brindar solución a los niños y demás personas mientras solucionamos los asuntos más grandes” sentenció el fabricante del salón antibalas.