Las alitas de pollo son una delicia que pueden prepararse junto a otras partes del animal o de manera separada, creando platillos increíbles. Sin embargo, para que su cocción y degustación sean adecuadas, se deberán tener en mente distintos tips que potenciarán todos los resultados.
Al momento de cocinar alitas de pollo resulta importante prestar atención a los detalles, comenzando por cuál salsa para alitas es la mejor opción en cada ocasión. En términos generales, se puede decir que la salsa buffalo es una de las mejor valoradas para acompañar distintas versiones de alitas.
Incluso, puede utilizarse durante la cocción para darle más sabor a la comida y crear una experiencia especial para el paladar. Lo mejor es que al comprar una salsa buffalo de calidad se podrá tener siempre a la mano cuando se necesite. Solo hará falta seguir algunos consejos de cocina para completar la receta con éxito.
Porciones
Las alitas pueden verse pequeñas y sin demasiada carne, pero pueden llegar a rendir mucho si se saben distribuir. Lo más recomendable es separar las partes, dejando que cada ala se convierta en 3 piezas.
Las puntas son descartadas la mayor parte de las veces, aunque se aconseja conservarlas para hacer algún caldo o preparado externo.
Por ello, por cada ala se obtendrán 2 piezas listas para la preparación y debe tomarse esto en cuenta antes de cocinar para conseguir la cantidad necesaria en cada receta.
Plumas
Antes de la cocción es indispensable que se limpien bien las alas. Hay que eliminar cualquier presencia de plumas que se pueda tener, aún si son solo pequeñas puntas.
Un buen truco a considerar es que si no se consiguen cortar las plumas, por ser muy pequeñas, se podrán quemar con fuego directo, bien sea en la estufa o con un soplete.
Evitar que queden crudas
A nadie le gusta probar un platillo y descubrir que la carne del pollo se encuentra medio cruda, además que es un riesgo para la salud. Esto hace que sea conveniente tomar previsiones para evitar este problema durante la cocción.
Coloca una olla con agua y lleva a hervor para después dejar las alitas pre cocinarse durante unos 3 minutos. Así se contará con alitas mejor cocidas y con un acabado más bonito, puesto que se sellan los jugos dentro de la piel antes de cocinarse.
Condimentos
Cuando se van a condimentar las alas de pollo, lo más adecuado es que ya estén cortadas y limpias. Agregar los condimentos que se desean y unir todo con las manos, masajeando la piel del animal para que el sabor se impregne y quede mucho más sabroso.
También puede ser algo bueno dejarlas reposar un rato antes de disponer a cocinarlas, para que se maceren y se consigan mejores resultados. Incluso se pueden dejar en la nevera por algunas horas, facilitando que todo el sabor sea absorbido por la piel.
Acompañamientos
Las alitas de pollo pueden ser el centro de una comida o un aperitivo que ofrecer en ciertas reuniones, según se desee. En cada caso, los acompañamientos pueden ser diferentes.
A pesar de ello, una buena salsa siempre será bienvenida. Se puede optar por la salsa buffalo anteriormente mencionada o por otras salsas que permitan variar los sabores y disfrutar mucho más todo el proceso.
La mostaza dulce, la salsa de tomate, salsa agridulce o el guacamole pueden ser opciones bien recibidas por los comensales.
En cuanto a comidas, se pueden servir con patatas fritas, ensaladas de distintos tipos, arroz, entre otras opciones que dependen mucho de lo que se quiera lograr con el platillo y la cantidad de personas que se tengan en cuenta para comer.
Las alitas de pollo son un manjar delicioso que todo el mundo debería poder probar alguna vez en su vida. Su jugosidad, ternura de carne y facilidad de preparación invitan a probar nuevas recetas con ellas, permitiendo tener siempre una manera distinta de disfrutarlas.