Telescopio

Telescopio James Webb será lanzado el 22 de diciembre

Hace apenas un segundo, cósmicamente hablando, con la invención del telescopio, que hemos podido empezar a descubrir algunos de los fascinantes secretos del universo. Es que nuestro gran hogar, contiene mucho más de lo que cualquier mente (por muy desbordante que sea) podría haber pensado.

Historia detrás del Webb

Galileo Galilei por el año 1609 construye su tosco telescopio óptico. Con este pudo observar los cráteres de la luna, 4 satélites que orbitan en torno a Júpiter, y que nuestra galaxia, la Vía Láctea, contiene un montón de innumerables estrellas esparcidas en grupos. No obstante, este instrumento tenía un grave problema que hacía borrosas las imágenes. Esto se denomina como aberración cromática.

No fue sino hasta que Isaac Newton resolvió el problema de la aberración cromática, al usar espejos en lugar de lentes dando así paso a la creación de los telescopios reflectores. Desde allí los esfuerzos se concentraron en construirlos con espejos más grandes y mejor pulidos. Fue así como el 13 de marzo de 1781 William Herschel descubre el planeta Urano. Mientras que Edwin Hubble hace lo suyo en 1929 al descubrir que el universo se expande.

No obstante, la astronomía óptica tiene una gran limitante, consiste en un rango muy limitado de las radiaciones electromagnéticas que el ojo humano puede detectar. Es así como para la década de 1930 nace la radioastronomía. Esta consistente en instrumentos de observación que detectan señales en el rango del espectro electromagnético (correspondiente a las ondas de radio). Estas poseen una longitud de onda mucho mayor.

El telescopio espacial

A pesar de los avances con telescopios reflectores o instrumentos que detectan las emisiones electromagnéticas, otra limitación importante para cualquier observación astrofísica y cosmológica es la atmósfera terrestre. Y es que la atmósfera deforma las señales que se reciben en los telescopios. Es por eso que surge la idea de colocar un telescopio en un satélite.

De allí que la NASA pusiera en órbita en 1990 el telescopio espacial Hubble. Desde entonces ha arrojado un caudal de datos que ha enriquecido sustancialmente la ciencia astrofísica. Entre tanto de sus hallazgos, está el haber detectado numerosos agujeros negros. Otro telescopio de este tipo fue el Kepler, lanzado en el 2009 y que funcionó hasta el 2013. Al concluir su tiempo de vida, detectó miles de sistemas solares, así como miles de exoplanetas.

A este grupo selecto de telescopios espaciales se unirá al telescopio espacial James Webb el 22 de diciembre. Resultado de la colaboración entre la Agencia Europea Espacial, la agencia Espacial Canadiense y la NASA. El James Webb se ubicará a un millón y medio de kilómetros de la tierra y su espejo mide 6,5 metros de diámetro. Su objetico es estudiar a las afueras de exoplanetas, así como la formación de las primeras galaxias.

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