Aceite de argán

Aceite de argán: el aliado perfecto para cuidar y nutrir el cabello rizado

El cabello rizado requiere de cuidados especiales y el aceite de argán se ha convertido en uno de los productos estrella dentro de la rutina capilar de las personas con este tipo de cabello para mantenerlo sano, hidratado y con unos rizos definidos, gracias a sus numerosos beneficios. En este artículo, te contaremos todo lo que necesitas saber sobre el aceite de argán y cómo aprovechar al máximo sus propiedades para cuidar tus rizos.

Descubre los beneficios en el cuidado de tu cabello rizado

El aceite de argán es un producto natural extraído de los frutos del árbol de argán, originario de Marruecos. Es conocido como el «oro líquido» de este país, debido a su alto contenido en ácidos grasos esenciales, vitamina E y antioxidantes. Estos componentes hacen del aceite de argán un poderoso hidratante y regenerador capilar.

Uno de los beneficios más destacados del aceite de argán para el cabello rizado es su capacidad para hidratar en profundidad. Los rizos tienden a ser más secos y propensos a la rotura, por lo que mantenerlos hidratados es fundamental para evitar el encrespamiento y promover su crecimiento saludable. Este «oro líquido» actúa como una barrera protectora, sellando la hidratación y evitando que el cabello se reseque.

Además, el aceite de argán aporta nutrición y suavidad al cabello rizado. El uso constante de productos químicos, el calor de las herramientas de styling y las agresiones externas pueden debilitar y dañar los rizos. El aceite de argán penetra en la fibra capilar, reparándola desde el interior y devolviéndole su elasticidad y brillo natural.

Cómo incorporar el aceite de argán en tu rutina para obtener unos rizos definidos y saludables

Ahora que conoces los beneficios del «oro líquido» , es importante saber cómo incorporarlo en tu rutina capilar. Una opción es utilizarlo como tratamiento prelavado. Aplica unas gotas de aceite de argán de medios a puntas antes de lavar el cabello, dejándolo actuar durante unos minutos. Esto ayudará a nutrir intensamente tu melena rizada y prepararla para la posterior limpieza.

También puedes añadir unas gotas de aceite de argán a tu acondicionador o mascarilla capilar habitual para potenciar sus efectos hidratantes. Mezcla bien los productos y aplícalos sobre el cabello húmedo, dejándolos actuar durante el tiempo indicado. Te sorprenderá la suavidad y manejabilidad que adquirirán tus rizos después de este cuidado extra.

Por último, el aceite de argán también puede usarse como producto de acabado. Después de peinar tu cabello rizado, aplica una pequeña cantidad de aceite de argán en las palmas de tus manos. Frota las manos para calentar el producto y distribúyelo suavemente por el cabello, evitando las raíces. Esto ayudará a definir los rizos, controlar el encrespamiento y proteger el cabello de las agresiones externas.

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