Emiliano “Dibu” Martínez fue sin lugar a duda una de las figuras protagonistas de Argentina en la final de la Copa del Mundo que ganaron a Francia. El portero albiceleste tuvo una milagrosa tajada al término del segundo tiempo extra y en los penaltis fue eficaz.
Martínez figura de la final
El portero de Argentina ayudó en gran medida a que su selección logrará ganar su tercer mundial tras la atajada milagrosa que tuvo en el segundo tiempo extra del partido. La selección albiceleste logró su tercer mundial por lo que tuvo que esperar más de tres décadas siendo la última ocasión que lo logró en México 1986.
Sin embargo, Dibu tuvo un comportamiento en la celebración que ha sido reprobado por casi todo el mundo. La extraordinaria noche del portero de Argentina quedó opacada gracias a sus polémicas actitudes en las que se le hizo un gesto obsceno con el galardón de guante de oro de la competencia.
Dibu sale a defenderse
El guardameta no ha tardado en salir a defenderse ante las críticas generalizadas por sus acciones, asegurando que lo hizo como respuesta a las agresiones de los franceses. Dibu se autodefine como un hombre de familia, proveniente de un lugar muy humilde. Explicó que desde joven se mudó a Inglaterra por lo que quiere dedicar el triunfo a su familia. “Lo hice porque los franceses me abuchearon, la soberbia no va conmigo”, sentencia.
Con todo, Dibu también ha sido reprochado por otros comportamientos posteriores a la premiación. Durante los festejos el guardameta comenzó a burlarse de Kylian Mbappé pidiendo un minuto de silencio por él. También se ha dado a conocer un video de un aficionado mexicano que al tratar de darle a los argentinos un sombrero de charro Dibu lo insultó y le dice que se lo dé a Ochoa.
La soberbia noche del portero argentino se ha visto empañada por sus actitudes polémicas tanto en la ceremonia de premiación, así como en las celebraciones posteriores. Dibu fue elegido el mejor portero del torneo en un claro reconocimiento al gran torneo del arquero de Argentina y a su habilidad para detener penaltis.
El guardameta del Aston Villa que acostumbra a estar en el ojo de la polémica tomó el trofeo y ante la mirada de los presentes se lo colocó en la zona de los genitales mirando la afición. El objeto en movimiento se entendió como una provocación.
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